lunes, 29 de mayo de 2017

Cartas a Clara, Juan Rulfo



México, D. F., 21 de marzo de 1947
“Querida Mujercita:
1. Te estoy agradecido por tus pensamientos; también por tus intenciones y por tus ruegos, pero más que nada por tu cariño. Pues a veces creo que ya estás aprendiendo a quererlo a uno y que, algún día, Dios mediante, dejará uno de caerte mal. Yo siempre supe lo difícil que era llegar hasta tu corazón. Antiguamente llegué a pensar que era imposible, pero tenía fe en ti; sabía, en el fondo, que eras buena; que con el tiempo podrías comprobar que el cariño que yo sentía por ti era de esos amores buenos y sinceros que uno trae ya desde el nacimiento por alguien. Y como te lo expliqué un día: cuando te vi pequeñita y pelona con tu cara de quiebraplatos, allá hace cosa de cuatro años, supe enseguida que eras tú la cosa que yo andaba buscando. Date cuenta.
2. Y desde entonces he estado pensando en ti constantemente, como si fueras un hermoso sueño que no se acabará nunca, hasta que yo deje de vivir. Luego vino ese sentimiento, que no me ha abandonado todavía, de que yo era un pobre diablo y que tenía que luchar mucho para defenderme de mí mismo. Pues yo no te quería entregar un corazón enfermo como el mío y un espíritu (muchos dicen alma) cansado de tanto andar solo por el ancho mundo (…).
3. Ahora es diferente, ojalá que sea diferente. Lo que te estaba diciendo desde hace rato, en relación con el sentimiento de estar solo, es lo que no quiero que se interrumpa.
4. Por esa razón te pedí tu confianza; más que otra cosa era tu confianza lo que yo quería. Yo te expliqué muy bien en qué consistía esa ayuda; por encima del cariño, por encima de todo, quería la seguridad de la verdadera amistad y del compañerismo. Que tú seas una compañera, una amiga; que sepa uno que no está batallando solo sino que hay alguien junto a uno que lo ayudará. Yo te expliqué que eras tú la única persona en este mundo capaz de ayudarme a defenderme de mí mismo. Porque eres la única cosa por la cual yo lucharía. Ahora bien, no debes dejarme en paz. Porque cuando siento que quiero estar en paz es cuando tengo la tendencia a dejar que el mundo camine por su cuenta y que pase todo sin importarme a mí nada. Contra esos debilitamientos te necesito. Te seguiré necesitando siempre hasta que logre borrar muchos años de desidia y de sueños.
5. Tú eres ahora mi sueño. El mejor y más hermoso de mis sueños. Un sueño que se puede tocar; que tiene ojos que lo miran a uno y boca tibia y dulce que lo hace a uno amar más la vida. Que tiene corazón y un alma noble y amiga en quien uno puede poner toda su fe.
6. Mírate frente al espejo y di: te manda saludar y abrazar y besar mucho aquel pobre muchacho que te quiere tanto
tu Juan”.
Juan Rulfo, Aire de las colinas, Cartas a Clara.






73. TENDENCIA
A) tentación
B) preferencia
C) propensión
D) predilección
E) sensación
CLAVE: C
Habilidad:
Analizar-interpretar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:

74. El emisor manifiesta una visión de la relación amorosa en la que predomina:
A) la emoción que se consuma en la unión física de los amantes.
B) un sentido de salvación frente a la soledad de la existencia.
C) un estado definido desde el nacimiento, como marca indeleble.
D) la perspectiva social que habla del encuentro de los amantes.
E) una lucha y superación personal para lograr ser amado.
CLAVE: B
Habilidad: Evaluar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:

No hay comentarios:

Publicar un comentario