México, D.
F., 21 de marzo de 1947
“Querida Mujercita:
1. Te estoy
agradecido por tus pensamientos; también por tus intenciones y por tus ruegos,
pero más que nada por tu cariño. Pues a veces creo que ya estás aprendiendo a
quererlo a uno y que, algún día, Dios mediante, dejará uno de caerte mal. Yo siempre
supe lo difícil que era llegar hasta tu corazón. Antiguamente llegué a pensar
que era imposible, pero tenía fe en ti; sabía, en el fondo, que eras buena; que
con el tiempo podrías comprobar que el cariño que yo sentía por ti era de esos
amores buenos y sinceros que uno trae ya desde el nacimiento por alguien. Y
como te lo expliqué un día: cuando te vi pequeñita y pelona con tu cara de
quiebraplatos, allá hace cosa de cuatro años, supe enseguida que eras tú la
cosa que yo andaba buscando. Date cuenta.
2. Y desde entonces
he estado pensando en ti constantemente, como si fueras un hermoso sueño que no
se acabará nunca, hasta que yo deje de vivir. Luego vino ese sentimiento, que
no me ha abandonado todavía, de que yo era un pobre diablo y que tenía que luchar
mucho para defenderme de mí mismo. Pues yo no te quería entregar un corazón
enfermo como el mío y un espíritu (muchos dicen alma) cansado de tanto andar
solo por el ancho mundo (…).
3. Ahora es
diferente, ojalá que sea diferente. Lo que te estaba diciendo desde hace rato,
en relación con el sentimiento de estar solo, es lo que no quiero que se
interrumpa.
4. Por esa razón te
pedí tu confianza; más que otra cosa era tu confianza lo que yo quería. Yo te
expliqué muy bien en qué consistía esa ayuda; por encima del cariño, por encima
de todo, quería la seguridad de la verdadera amistad y del compañerismo. Que tú
seas una compañera, una amiga; que sepa uno que no está batallando solo sino
que hay alguien junto a uno que lo ayudará. Yo te expliqué que eras tú la única
persona en este mundo capaz de ayudarme a defenderme de mí mismo. Porque eres
la única cosa por la cual yo lucharía. Ahora bien, no debes dejarme en paz. Porque
cuando siento que quiero estar en paz es cuando tengo la tendencia a dejar que
el mundo camine por su cuenta y que pase todo sin importarme a mí nada. Contra
esos debilitamientos te necesito. Te seguiré necesitando siempre hasta que
logre borrar muchos años de desidia y de sueños.
5. Tú eres ahora mi
sueño. El mejor y más hermoso de mis sueños. Un sueño que se puede tocar; que
tiene ojos que lo miran a uno y boca tibia y dulce que lo hace a uno amar más
la vida. Que tiene corazón y un alma noble y amiga en quien uno puede poner
toda su fe.
6. Mírate frente al
espejo y di: te manda saludar y abrazar y besar mucho aquel pobre muchacho que
te quiere tanto
tu Juan”.
Juan Rulfo, Aire
de las colinas, Cartas a Clara.
73. TENDENCIA
A) tentación
B) preferencia
C) propensión
D) predilección
E) sensación
CLAVE: C
Habilidad: Analizar-interpretar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:
Habilidad: Analizar-interpretar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:
74. El emisor manifiesta una visión de
la relación amorosa en la que predomina:
A) la emoción que se consuma en la
unión física de los amantes.
B) un sentido de salvación frente a la
soledad de la existencia.
C) un estado definido desde el
nacimiento, como marca indeleble.
D) la perspectiva social que habla del
encuentro de los amantes.
E) una lucha y superación personal
para lograr ser amado.
CLAVE: B
Habilidad: Evaluar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:
Habilidad: Evaluar
A. Objetivo Fundamental:
B. Contenido Mínimo Obligatorio:
No hay comentarios:
Publicar un comentario